En el 150 d. C. , el médico griego Galeno de Pérgamo ya hablaba de la tristeza que se producía después del sexo: «Después del coito, todos los animales entristecen, a excepción de la hembra humana y el gallo”.

Y en parte tenía razón, salvo que tanto la mujer como el hombre pueden sufrir disforia postcoital. Llorar después de un orgasmo es una situación que se produce más habitualmente de lo que creemos. Si lloramos después de un orgasmo, la reacción de nuestra pareja puede ser considerar ese llanto como algo negativo, pero la razón más común no es precisamente esa, sino todo lo contrario.

Hoy hablamos del llanto tras el coito relacionado con esa liberación que sucede después del orgasmo y también el descenso de algunas sustancias que se incrementan después del sexo. Lo hacemos con la sexóloga de Bread and Sex, Almudena M. Ferrer.