¿Hay vida después del Satisfyer?
Parece que estamos en una auténtica revolución en lo que al placer se refiere y parece que nos encontramos con un cambio de paradigma.
Antes la juguetería estaba enfocada únicamente para tener placer, y ahora empezamos a encontrar marcas con fines terapéuticos o incluso políticos.
Para celebrar San Valentín, traemos un par de objetos que no solo ofrecen placer sexual, sino que nos enseñan, el Myhixel es una solución para aprender a controlar cuándo eyacular.
Por otro lado, Slow Sex es una colección lúbrica con manifiesto. Una colección para tus prácticas sexuales sin prejuicios. Una colección orientada a todo ese sexo en el que no urge la penetración.