Besos, besos y más besos.
Los hay para saludar, mostrar afecto a la familia o para proporcionar placer, los ósculos son el “sexo pequeñito” y de ellos hablamos.
Presentes en nuestra historia desde sus inicios, los besos están documentados desde la India en el año 1.500 antes de Cristo, aunque en el siglo III ya los incluía el Kamasutra. En el siglo XX se naturalizaron gracias a los medios de comunicación. La película ‘Cinema Paradiso’ recopilaba algunos de los besos más emblemáticos del séptimo arte, censurados en blanco y negro, en una escena mítica que nos hace recapacitar en la importancia de los mismos.
Se trata de un contacto físico con una de las partes más sensibles de nuestro cuerpo que aporta información de nuestra temperatura, suavidad, humedad, olor corporal y hasta de las bacterias que transportamos. Una actividad que hasta nos ayuda a perder calorías, pero sobre todo es un medio de comunicación.
Aunque los besos también han protagonizado manifestaciones sociales y reivindicaciones sexuales, hasta que se estableció el Día Internacional del Beso. De todo ello hoy hablamos con Almudena, de Bread and Sex.